¿Qué diferencias hay entre el café natural y el café torrefacto?

Las diferencias entre el café natural y el café torrefacto residen principalmente en el proceso de tostado y en las características finales del producto. No son pocos los clientes que nos consultan las diferencias y nos piden explicaciones de porqué el café natural es más sano, pero al mismo tiempo más suave. Hoy les hablamos sobre las diferencias entre el café natural y el café torrefactado.

Diferencias entre el café natural y el café torrefactado  - Proceso de tostado

Café natural: Se tuesta sin añadir ningún tipo de sustancia adicional. Los granos de café se calientan hasta alcanzar el punto de tostado deseado, resaltando los sabores y aromas propios del café. Este proceso permite que el café desarrolle completamente su perfil de sabor, dependiendo de su origen, variedad y método de procesamiento.

Café torrefacto: Durante el proceso de tostado, se añade azúcar (alrededor de 10-20% en relación al peso del café) a los granos de café. Este azúcar se carameliza y recubre los granos, dándoles un aspecto brillante y oscuro. El proceso de torrefacción carameliza el azúcar, creando una capa que incide en el sabor y en la conservación del café.

Diferencias entre el café natural y el café torrefactado  - Sabor y aroma

Café natural: Suele tener un perfil de sabor más complejo y variado, con mayor acidez y notas frutales o florales, dependiendo de su origen. Los aficionados al café suelen preferir esta variedad por la posibilidad de experimentar con la riqueza de sabores y aromas.

Café torrefacto: Tiene un sabor y aroma intensos, resaltados por la caramelización del azúcar. Este método tiende a producir un café con menor acidez y más amargor. La presencia del azúcar caramelizado puede enmascarar las características originales del grano, haciendo que el sabor sea menos complejo y más uniforme.

Diferencias entre el café natural y el café torrefactado  - Aspecto

Café natural: Los granos tienden a tener un color marrón claro a oscuro, según el grado de tostado. No presentan un brillo notable, ya que no se añaden otros componentes durante el tostado.

Café torrefacto: Los granos son generalmente más oscuros y tienen un brillo característico debido a la capa de azúcar caramelizado.

Diferencias entre el café natural y el café torrefactado  - Conservación

Café natural: La ausencia de azúcar añadido significa que la conservación se basa únicamente en la frescura del grano y en su almacenamiento apropiado.

Café torrefacto: La capa de azúcar caramelizado puede actuar como conservante, potencialmente extendiendo la vida útil del café. Sin embargo, este método también puede hacer al café más susceptible a quemarse durante el tostado, afectando su calidad final.

¿Qué es mejor entonces el café natural o el café torrefacto?

La elección entre café natural y el café torrefacto depende del gusto personal, buscando desde perfiles de sabor más complejos y variados con el café natural, hasta un sabor más intenso y uniforme con el torrefacto. La preferencia también puede estar influenciada por la cultura del café en diferentes países o regiones.

La relación entre el café torrefacto y el cáncer ha sido objeto de debate y estudio, especialmente debido al proceso único de tostado con azúcar que caracteriza al café torrefacto. Este proceso produce un cambio químico tanto en el azúcar como en los granos de café, resultando en la formación de compuestos que no se encuentran en el café naturalmente tostado.

Un aspecto clave en esta discusión es la presencia de acrilamida, una sustancia que se forma cuando los alimentos ricos en carbohidratos se cocinan a altas temperaturas, como es el caso del tostado de los granos de café. La acrilamida ha sido clasificada por la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés) como "probablemente carcinogénica para los humanos" basándose en estudios realizados en animales. Los estudios en humanos han sido inconclusos hasta ahora, no estableciendo una relación clara entre la acrilamida en la dieta y el desarrollo de cáncer.

En el caso del café torrefacto, el nivel de acrilamida puede ser influenciado tanto por la presencia del azúcar durante el tostado como por la intensidad y duración del mismo. Sin embargo, es importante destacar que, aunque el proceso de torrefacción con azúcar puede afectar la formación de acrilamida y otros compuestos, la cantidad real consumida a través del café y su impacto real sobre el riesgo de cáncer en humanos sigue siendo tema de investigación.

Las investigaciones científicas sobre el café en general, independientemente de si es torrefacto o no, han sugerido que el consumo de café puede tener varios beneficios para la salud y no se ha demostrado un vínculo directo entre el consumo de café y un aumento significativo en el riesgo de cáncer. De hecho, algunos estudios han indicado que el café podría tener efectos protectores contra ciertos tipos de cáncer.

Es vital considerar que la ingesta moderada es clave y que un estilo de vida saludable, que incluye una dieta equilibrada y actividad física regular, es importante para minimizar el riesgo de cáncer.

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Por: Maria de los Angeles Vega